Desde que me trata Paola los dolores lumbares han remitido, la espalda la siento mejor. Durante el tratamiento desconecto del resto del mundo y los problemas del día a día. Es un “chute” de energía positiva y sobre todo de relajamiento global. Al acabar la sesión me siento relajada, feliz y como si hubiera hecho un reset de todo. Es una sensación que no se puede describir, pero me encanta cuando lo comento con amigas que son pacientes suyas porque sin palabras sabemos perfectamente de lo que estamos hablando. ¡Y es genial cuando alguien sabe cómo te sientes de bien!
Es una gran profesional, muy atenta y siempre de buen humor. La zona de terapia está muy cuidada, limpia, con la luz adecuada y la música perfecta.
A mí me ha cambiado la vida, la espalda y el humor. Sin duda la recomiendo a todo el mundo.