Mi historia

Mi energía vital es mi bien más preciado y por eso pongo mucha atención a alimentarla y potenciarla.

Es importante para mi cuidarme y también disfrutar de la vida. Estar receptiva a todas las experiencias que se presentan y aprender de ellas.

Mi trabajo y proyectos me aportan ilusión y momentos muy satisfactorios, tanto en mi faceta como terapeuta y formadora en Acupuntura y Nutrición Energética, como organizando «Experiencias Vitalidad».

Sufro de desbordamiento creativo y me gusta mucho diseñar y llevar a cabo proyectos y experiencias formativas.

Dar clase es una de las cosas que más me gusta pues puedo transmitir a otros terapeutas mi forma de trabajar para ayudar a más personas. 

De lo que estoy más convencida es de que la vida es una oportunidad para EVOLUCIONAR, APRENDER, COMPARTIR Y DISFRUTAR AL MÁXIMO.

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TERAPIAS ORIENTALES: UN LEGADO FAMILIAR

La visión naturista y la filosofía oriental siempre han sido parte de mi vida y de la de mi familia. Cuando mi madre estaba embarazada de mí, practicaba el yoga, la dieta macrobiótica, y tenía una pequeña herbodietética. Mis padres me sentaban sobre el mostrador de la tienda cuando tan sólo tenía 1 año;

curiosamente el olor de la hierbas medicinales siempre me conecta con una sensación de relajación familiar.

Mi padre, Miguel Aguirre, que se dedicaba a las terapias naturales desde finales de los años 70, y atendía a sus pacientes en las tras tienda de la hebodietética, era un apasionado de su profesión. Se especializó en Medicina Tradicional China. La Acupuntura se convirtió en su vida, como terapeuta y formador de cientos de alumnos, nunca dejó la investigación y se erigió como pionero en su campo logrando grandes metas, como la creación de la Societat d’Acupuntors de Catalunya y la Asociación de Acupuntores de España, las cuales tuvieron numerosos reconocimientos durante la década de los 90. A lo largo de su carrera organizó Congresos Nacionales e Internacionales de Acupuntura.

Todo ello lo compaginaba con la atención de pacientes en clínica, dedicando mucho tiempo pues disfrutaba ayudando a los demás.
De esta manera, mis hermanos y yo, crecimos entre agujas de acupuntura, plantas, moxas, ventosas, aparatos de electropuntura, libros de maestros orientales, el Iching, el Tao Te King,…

EN 2006 RECONOZCO A MI MENTOR Y DESCUBRO LA MISIÓN

A pesar de haber trazado mi propia trayectoria laboral, en el sector del Turismo y la Organización de eventos, una mañana me desperté y, de manera espontánea y sin avisar, me presenté a un curso que mi padre impartía ese fin de semana. A juzgar por la sonrisa que dibujó su cara al verme entrar en ese clase, pude percibir como le invadió una sensación de orgullo y felicidad. Lo sorprendente para mi fue cuando sentí la pasión con la que el profesor Miguel Aguirre transmitía sus conocimientos, ese día todo cambió.

Mientras trabajaba todavía en mi sector, y aprendía con él en la clínica, me matriculé en la Fundación Europea de Medicina Tradicional China para formarme también en otras escuelas y con otros maestros. Y, desde entonces, no he parado de estudiar.

A lo largo de mi trayectoria, además de la Acupuntura, he sentido la necesidad de ampliar conocimientos en otras técnicas bioenergéticas, como la DIETÉTICA ORIENTAL, COCINA TERAPÉUTICA o la TERAPIA FLORAL, las cuales han aportado valor a mi trabajo, creando un método multidisciplinar que me permite ayudar a más pacientes.

UNA GRAN LECCIÓN DE VIDA

En febrero del 2011 mi padre falleció dejándonos un gran vacío. Con el paso del tiempo he entendido que el conocimiento que me transmitió fue el mejor de sus legados. Me dio las mejores herramientas para vivir ayudando a los demás a través de la acupuntura.

Para mí no fue sólo un gran padre, también fue mi mentor y mi amigo. Y que una parte de mi trabajo sea fruto de sus enseñanzas, me hace sentir cerca de él todo los días.

Cuando mi padre se marchó, el negocio familiar se marchó con él, como es natural. Él siempre me dijo que me enseñaría a pescar pero que nunca me regalaría el pescado. Decidí hacer realidad ese deseo, y emprendí mi camino desde cero, respetando la visión del mundo que compartíamos y perpetuando su labor, pero a través de mis propios valores y métodos.

La frase que más nos repetía en casa era «La vida es una larga lección de humildad». Y desde esa premisa parten todos mis proyectos y decisiones de vida, aceptando los errores y aprovechando cada día como una oportunidad de crecimiento personal.

TERAPEUTA Y FORMADORA

En los últimos años he compaginado la labor en clínica como terapeuta con la faceta de formadora, la cual me ha dado muchas satisfacciones. Dando clases de Acupuntura, de Dietética y Cocina terapéutica, he revivido juegos y momentos increíbles de mi infancia.

Cada vez que organizo un curso siento que la pasión por el conocimiento y por ayudar a los demás, entra en juego. Y todo ello disfrutando.

Sintonizar con los alumnos compartiendo mis conocimientos y experiencias es un verdadero regalo. Además de lo que yo aprendo gracias a ellos.

MI VISIÓN y MISIÓN

Compartir, Viajar e Inspirar un camino de vida lleno de energía vital